La receta del éxito
«Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas ni desmayes[..] mi Dios, estará contigo» (1 Crónicas 28: 20, RV95).
Por qué algunas personas tienen éxito y otras no? Esta es una pregunta difícil, y Malcom Gladwell escribió un libro.Los fuera de serie, para tratar de hallar la respuesta. Según este autor de origen jamaiquino, aunque «el éxito es talento más preparación», la preparación es mucho más importante (p. 46). Él comprobó su tesis usando ejemplos que van desde músicos hasta programadores de computadoras. Déjame resumirte lo que él dice acerca de los músicos. Un estudio clasificó a unos violinistas en tres grupos: (1) las estrellas, (2) los buenos y (3) los que llegarían a ser profesores de música. Los integrantes de los tres grupos comenzaron a tocar violín aproximadamente a los cinco años de edad, y durante sus primeros años practicaron más o menos la misma cantidad de horas: dos o tres por semana.

Suponías que el éxito se conseguía con tan solo tronar los dedos? No, para lograrlo hay que trabajar más, mucho más. Cuando Dios le encomendó a Salomón la gran responsabilidad de construir el Templo de Jerusalén, David le dio este valioso consejo: «Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas ni desmayes,[..] mi Dios, estará contigo» (1 Crónicas 28: 20, RV95). ¿Cuál era la parte de Salomón? Esforzarse y ponerse manos a la obra.
¿Deseas ser exitoso? Pues tendrás que trabajar en ello diez, veinte, treinta mil horas... Y cuando creas que estás a punto de desfallecer, no olvides que, así como estuvo con Salomón, Dios también estará contigo.
#éxito